miércoles, 17 de abril de 2013

Balto - (1995)


Balto cuenta la historia real de un carismático perrito que en 1925 salvo a un pequeño pueblo de Alaska al guiar un trineo que transportaba la medicina que necesitaban los niños afectados por la epidemia de difteria que había brotado en el lugar. Aunque el film se toma muchas licencias (tal vez demasiadas) rinde un justo homenaje a la hazaña que realizo este perrito, junto con los demás perros que tiraban del trineo.

¿COMO VIENE LA MANO?: El film comienza con una escena en live action donde una mujer mayor junto con su pequeña nieta y su perrito buscan en Central Park (Nueva York) “una especie de Monumento”. Mientras continúan buscando la señora comienza a narrarle la historia a su nieta. La acción real se traslada al campo de la animación y se nos presenta a los personajes principales al mismo tiempo que nos coloca en contexto. Balto es un perro mestizo, producto de la cruza con lobo, por ende es algo así como un “perrilobo”, por este motivo se siente muy confundido, no encaja en ningún lado, los humanos lo creen peligroso y poco confiable y los demás perros lo discriminan por no ser como ellos, los únicos que parecen tenderle la mano son los lobos, pero el no se siente uno de ellos y quiere ser un perro como todos los demás. Balto le anda arrastrando el ala a Jenna, una adorable y muy bonita perrita que tiene como dueña a Rosy, la única niña del pueblo que le muestra algo de cariño a Balto. Pero su rival por el corazón de Jenna es Steele, un siberiano de raza pura que viene a ser el malo de turno (y por su diseño todo parece indicar que se inspiraron en Scar de El Rey León). Steele es considerado por los habitantes del pueblo como su perro guía de cabecera y es el que manda la batuta. Un día los niños del lugar comienzan a enfermarse de difteria, la enfermedad no tarda en convertirse en una epidemia y poco a poco todos los niños caen gravemente enfermos. Al estar completamente aislados por una tormenta de nieve, la medicina que podría curarlos le es imposible llegar, sea cual sea el medio. La única opción viable es que dicha medicina se transporte en tren hasta el pueblo mas cercano (a mas de 1000 km de distancia) y un trineo guiado por perros haga el viaja de ida y vuelta para poder llevar la cura al pueblo. Para elegir a los perros mas rápidos realizan una carrera, donde, a pesar de ser Balto el claro vencedor, no lo incluyen en el equipo. El trineo comienza su viaje y el pobre Balto se queda en casa. Pero las malas noticias no tardan en llegar, una vez recogida la medicina en la estación de trenes, el trineo, guiado por Steele se pierde en la tormenta. Los habitantes del pueblo comienzan a resignarse y se preparan para lo peor. Balto, al ver al carpintero construir muchos ataúdes pequeños decide ir a buscarlos y guiarlos de regreso a casa.






Este es un film animado de la vieja escuela, con claras intenciones de estar dedicado al publico infantil pero que sin embargo trata un tema muy grave como es la posible muerte de muchos niños. De hecho hay varias escenas con una habitación llena de niño enfermos, con sus padres completamente resignados a perderlos para siempre, donde resalta mucho la presencia de la pequeña Rosy sufriendo una fiebre tremenda. Estos contrastes entre película animada con situaciones infantiles y un drama histórico real hacen que Balto sea una especie de bicho raro en el género. La mezcla de situaciones esta bastante bien llevada y hacen que las escenas donde aparecen los niños enfermos sea apta para los niños de verdad, mostrándoles de manera apropiada que la muerte es parte de la vida y que el peligro de morir por enfermedades que hoy en día tienen cura, por aquel entonces era muy grande. Estas escenas dramáticas contrastan mucho con las demás, donde el grado de infantilismo en las escenas de humor es muy grande. Francamente el film es muy pobre en este aspecto, mostrándonos los típicos estereotipos que suelen presentar los amigos del protagonista, acá representados por un ganso malhumorado pero de buen corazón que hace las veces de “hermano mayor” de Balto, guiándolo y conteniéndolo; y dos osos polares, bastante nabos los dos, que le tienen miedo al agua, además, claro del personaje femenino infaltable, acá retratado en la adorable Jenna. Los personajes antagonistas, que en esta ocasión vendrían a ser todos menos los amigos de Balto que mencione recién, tienen su máxima representación en Steele, el macho alfa de la manada, autoritario y ególatra. Se lo mire por donde se lo mire este personaje es la viva imagen de Scar, el tío de Simba en El Rey León, solamente le falta la melena. Steele, al igual que los demás personajes, también responde al clásico estereotipo del tipo malvado (en este caso perro malvado) donde su color predominante, el negro, al igual que su mirada pendenciera se colocan por delante del personaje mismo. Al igual que Scar, Steele también tiene sus súbditos, y que, curiosamente, también recuerdan a los súbditos de Scar. En El Rey León teníamos a las tres hienas, donde una era claramente la mas tonta y recibía constantemente golpes de parte de sus compañeros. En Balto volvemos a ver esta formula, donde a falta de hienas tenemos a tres perros que responden de la misma manera que los súbditos de Scar, cumpliendo exactamente el mismo patrón de comportamiento.

Moviéndonos un poco de tema, en el aspecto estrictamente histórico, y como mencione al comienzo de esta entrada, la película se toma muchísimas licencias. Por empezar Balto no era una cruza de perro con lobo, era un Husky Siberiano (o sea, un perro de raza). Obviamente todo lo que el film muestra, donde vemos la carrera para elegir a los perros, dejando a Balto afuera para luego ir solito en ayuda del trineo que naufrago, es ficticio. El verdadero Balto partió junto con los demás perros en busca de la medicina. Otra licencia es que Balto no guío el trineo durante gran parte del viaje de regreso, el trayecto que recorrió como perro guía fue bastante menos que el de otros, pero el era quien lo dirigía cuando el trineo llego al pueblo con la medicina. Esto hizo que se llevara todo el crédito por la hazaña mientras que Togo, el otro perro que había sido guía durante casi todo el trayecto, no recibió tanto reconocimiento. Aunque, claro, también ayuda al alzamiento de la leyenda el que Balto, al ser considerado lento y poco apropiado para el trabajo, logro cumplir con su trabajo de guía. Esta historia se difundió rápidamente entre los medios de la época y la cara de Balto fue conocida por todo Estados Unidos y el resto del mundo. En conmemoración a este hecho, se levanto una estatua que homenajea a todos los perros que participaron del viaje, pero en especial a Balto, ya que dicho estatua es la imagen del propio Balto. Esta figura es el Monumento que busca la señora mayor al comienzo de la película y que encuentra al final de la misma, donde nos enteramos que ella resulta ser la pequeña Rosy y le esta profundamente agradecida a Balto porque sin el “hubiese estado perdida”.

Foto antigua de Balto

Balto hoy en dia - Su cuerpo fue disecado y puesto en exhibicion

 Estatua de Balto en Central Park

Para terminar, ahora si, solo queda recomendar este film a quienes gusten de la animación tradicional clásica, no es la mejor película del catalogo pero puede resultarle interesante a muchas personas. Cada tanto se la puede encontrar en televisión. No la confundan con sus secuelas, ya que cuenta con varias que nada tienen que ver con la original y las historias que narran son completamente ficticias.

LO MEJOR: Siempre es interesante ver como retratan los hechos históricos en el cine.

LO PEOR: Hoy en día puede lucir un poco anticuada. Muy infantil algunas escenas que contrastan demasiado con las imágenes de niños enfermos. Se toma muchas licencias.

MOMENTO KODAK: Cuando Balto ve al carpintero construir ataúdes para niños.

PUNTUACION: 5/10



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